El
aprendizaje a lo largo de la vida es un principio organizativo de todas las
formas de educación (formal, no formal e informal) con componentes mejor
integrados e interrelacionados. Se basa en la premisa de que el aprendizaje no
está confinado a un periodo específico de la vida, sino que va “de la cuna a
la tumba” (sentido horizontal), considera todos los contextos en los que
conviven las personas como familia, comunidad, trabajo, estudio, ocio, (sentido
vertical), y supone valores humanísticos y democráticos como la emancipación
y la inclusión (sentido profundo). Enfatiza el aseguramiento de los
aprendizajes relevantes (y no sólo la educación) más allá del sistema
escolar.